Page 40 - AVANCES EN CANCER HEMATOLOGICO 2023
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AVANCES
EN CÁNCER
HEMATOLÓGICO
INFORME
TRATAMIENTO Desde que rituximab se incorporara a la combinación CHOP (ciclofosfamida, doxorrubicina y vincris-
tina prednisona) a principios de siglo, la administración de seis ciclos de R-CHOP cada 21 días viene
siendo el estándar de tratamiento para los pacientes con LBDCG. Puede conseguirse el control de
la enfermedad con menos ciclos combinados con radioterapia si el linfoma está localizado en un
solo lugar y no tiene gran tamaño. Incluso nuevas estrategias guiadas por PET-TAC en estos LBDCG
localizados, han permitido reducir el número de ciclos sin necesidad de radioterapia posterior.
Múltiples combinaciones intentaron superar al R-CHOP sin éxito hasta que, en 2021, un ensayo clíni-
co demostró que la adición de un nuevo anticuerpo monoclonal anti CD-79b (polatuzumab vedotin)
consiguió incrementar la supervivencia libre de progresión para este grupo de pacientes. La nueva
combinación R-CHP + polatuzumab, que excluye la vincristina para reducir toxicidad, ha conseguido
la aprobación por parte de las agencias reguladoras americanas y europeas.
A pesar de las mejoras, un tercio de los pacientes no se cura con la primera línea de tratamiento y
necesitará, al menos, una segunda línea. Aquí, el cambio en los últimos años ha sido drástico desde
el advenimiento de la inmunoterapia, con la incorporación de diferentes anticuerpos monoclonales,
anticuerpos biespecíficos y la terapia CAR-T, que ha incrementado muy notablemente las opciones
de supervivencia de estos pacientes.
La terapia CAR-T en LBCG, ya consolidada por sus datos a largo plazo, ha conseguido demostrar
la cura en cerca de la mitad de los pacientes que la reciben. Los anticuerpos biespecíficos, con
datos menos maduros, muestran altas tasas de respuestas en grupos de pacientes de muy alto
riesgo. Ambos tratamientos tienen en común la utilización del linfocito T como efector y, por tan-
to, también coinciden en el perfil de toxicidad. Estas toxicidades, como el síndrome de liberación
de citoquinas, se ocasionan por la actividad inflamatoria que generan los linfocitos T y requieren
un conocimiento específico para su adecuado manejo. Aunque pueden ser graves, son reversibles
en la mayoría de los casos.
En el LCM, las terapias diana representadas por los inhibidores de tirosina cinasa de Bruton (iBTK
en sus siglas inglesas) se han instaurado en los últimos años como estándar de tratamiento a
partir de la segunda línea. Recientemente, grandes estudios demuestran que su utilización como
terapia inicial combinada con quimioterapia, mejora notablemente los resultados y es probable que
su utilización se anticipe próximamente a la primera línea. Por otra parte, la terapia CAR-T también


































































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