Más de 80 pacientes en España han recibido ya terapia con células T-CAR, un tratamiento que consiste en modificar genéticamente los linfocitos T del propio enfermo para que expresen receptores quiméricos (CAR) que, una vez reinfundidos en el paciente, se unan a las células tumorales, proliferen y las destruyan. La terapia con T-CAR es hoy el exponente de una medicina personalizada y avanzada por partida triple, pues la estrategia aúna elementos de terapia génica, celular y de la inmunoterapia. 

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