El 66 Congreso de la American Society of Hematology (ASH) ha puesto de manifiesto importantes avances en el conocimiento y tratamiento de la trombocitopenia inmune (PTI) y otras trombocitopenias. Expertos de todo el mundo han compartido hallazgos clave que impactan tanto en la comprensión de la enfermedad como en su manejo clínico, que han sido recogidos en España en el webinar Post ASH 2024 PTI y otras Trombocitopenias, organizado por la SEHH y coordinado por Cristina Pascual Izquierdo, del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid. La reunión ha contado con el aval del Grupo Español de Aféresis (GEA), la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) y el Grupo Español de PTI (GEPTI).
Uno de los puntos destacados ha sido cómo la mejora en la comprensión de la fisiopatología de la PTI está permitiendo el desarrollo de dianas terapéuticas más específicas, abriendo nuevas posibilidades para tratamientos más efectivos y personalizados.
Cristina Pascual ha subrayado también el auge de los tratamientos combinados en pacientes multirrefractarios. “Los datos en vida real sugieren que estas estrategias terapéuticas ofrecen mejores respuestas con un perfil de seguridad aceptable en esta población, lo que representa un avance significativo en el manejo de la enfermedad”, ha explicado.
Otro avance clave es la incorporación de técnicas ómicas e inteligencia artificial, que están facilitando la identificación de nuevos biomarcadores y predictores de respuesta al tratamiento. Además, la calidad de vida de los pacientes está ganando protagonismo en publicaciones científicas y ensayos clínicos.
Retos pendientes en el abordaje de la PTI y otras trombocitopenias
A pesar de estos avances, persisten importantes desafíos en el abordaje de la PTI. Uno de los más relevantes es la identificación de un biomarcador que permita realizar un diagnóstico de certeza de la enfermedad, así como de biomarcadores de respuesta al tratamiento. También sigue siendo una prioridad mejorar la primera línea de tratamiento, dado que, “aunque el 80% de los pacientes responde inicialmente, el 60% acaba perdiendo la respuesta con el tiempo”, concluye la doctora Pascual.
Cristina Pascual Izquierdo