¿Qué es un linfoma cerebral y por qué se produce?
El linfoma es un tipo de tumor maligno o cáncer derivado de los linfocitos, que es una de las células de la sangre, por eso los linfomas los tratamos los hematólogos. En el linfoma cerebral primario, el tumor está localizado en el sistema nervioso central (cerebro, meninges o médula espinal). No se conoce la causa exacta. Se produce por alteraciones genéticas en linfocitos presentes en el sistema nervioso central que hacen que se vuelvan tumorales, es decir, se multipliquen descontroladamente, escapando a la vigilancia del sistema inmune y formando un tumor. En los pacientes sometidos a inmunosupresión crónica, como son los receptores de trasplante de órganos, suele estar implicado en su desarrollo el virus de Epstein Barr.
¿Cuáles son los síntomas?
Son muy variables dependiendo de la localización del tumor. Pueden dar lugar a dolor de cabeza, alteración del estado mental, mareo, trastorno del comportamiento o de la personalidad, dificultad para hablar o para caminar, visión borrosa, convulsiones… entre otros.
¿Con qué enfermedades se puede confundir?
Con cualquier enfermedad que afecte al sistema nervioso, como otros tumores diferentes al linfoma, ictus (hemorragias o infartos cerebrales), demencia, etc. Para su diagnóstico es necesario realizar una biopsia del tumor.
¿Cuál es el tratamiento y pronóstico?
La base del tratamiento es la quimioterapia, con fármacos que alcancen concentraciones adecuadas a nivel del parénquima cerebral, como el metotrexato a dosis altas. Se pueden combinar varios fármacos quimioterápicos y también con anticuerpos monoclonales. En pacientes jóvenes se puede emplear el trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos. En casos resistentes puede ser eficaz la radioterapia o la inmunoterapia con células CAR (linfocitos T del paciente modificados genéticamente), entre otros tratamientos. Además, en pacientes sometidos a inmunosupresión crónica, como son los receptores de trasplante de órganos, puede ser necesario reducir la inmunosupresión.
Es un tipo de linfoma que puede ser “curable”, depende en gran medida de la respuesta al tratamiento. El pronóstico empeora en pacientes de edad avanzada o con mal estado general por la dificultad de administrar los tratamientos adecuados, que pueden tener una toxicidad elevada.