La mitad de los pacientes que se someten a un trasplante de médula ósea de donante desarrollan la Enfermedad de Injerto Contra Receptor (EICR), y es lo que le pasó a Lorenza cuando recibió las células de su hermano para tratarse una leucemia. Lo ha pasado “fatal” pero, a sus 71 años, esta complicación no la “priva de nada”.
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LA VANGUARDIA: Vivir tras un rechazo de médula ósea de donante
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