La máxima responsable del Comité Científico por parte de la SETH comenta los principales temas relacionados con la trombosis y la hemostasia que se abordan en el programa científico.
No faltan en el programa temas clásicos, pero predominan también algunas temáticas muy innovadoras…, ¿no es así?
Cierto. Son temas de actualidad la aplicación práctica de la inteligencia artificial en trombosis y el uso potencial de esta herramienta para mejorar los modelos predictivos de riesgo trombótico en pacientes con cáncer. Otro asunto de gran interés es el de las plaquetas y la personalización de la terapia antiagregante en el síndrome coronario agudo. Respecto a los anticoagulantes orales directos (ACOD), fármacos cada vez más utilizados, es importante ir más allá de las indicaciones claramente establecidas, como por ejemplo las trombosis venosas en localizaciones atípicas. Otro tema de interés son los avances en genética relacionados con la hemostasia, ya que, sin duda, pueden mejorar tanto el diagnóstico como el desarrollo de nuevos modelos terapéuticos.
De las novedades que se han registrado recientemente en trombosis y hemostasia, ¿cuáles le resultan de especial trascendencia?
En los últimos años destacaría las mejoras en la seguridad y eficiencia del tratamiento anticoagulante. En concreto, la introducción de los ACOD en el manejo de la enfermedad tromboembólica. Otra novedad en la investigación es el desarrollo de nuevas familias de anticoagulantes basados en el sistema de contacto, algunos ya con estudios fase II. En este ámbito se puede vivir una revolución durante la próxima década.
En cuanto a la hemofilia, ¿cómo valora la aprobación de la primera terapia génica en Europa?
La aprobación de forma condicional de este fármaco para pacientes adultos con hemofilia A es una gran noticia. Esta terapia es claramente eficaz, y los pacientes mantienen niveles de factor VIII en sangre estables. Esperamos que llegue a España a lo largo de 2023. Por supuesto, creo que la terapia génica va a cambiar el rumbo de la hemofilia y esperemos que tenga un acceso efectivo. Para ello es clave que las autoridades sanitarias trabajen en estrategias que ayuden a la sostenibilidad del sistema.
Pero, aparte de la terapia génica, el tratamiento de las coagulopatías congénitas ha avanzado en los últimos meses de forma muy rápida. No solo tenemos los fármacos convencionales, sino que contamos con otros medicamentos muy prometedores. Tenemos que definir los criterios para seleccionar los pacientes más adecuados para cada una de estas nuevas terapias.
¿Cuáles son las posibilidades de la edición génica para las enfermedades relacionadas con la trombosis y la hemostasia?
La edición génica utiliza un conjunto de herramientas cuya finalidad es establecer un cambio en la secuencia genética, bien modificando un gen o eliminándolo, para que pueda cambiar su función. En concreto, aplicada a la hemostasia, podría corregir genes que codifican de forma defectuosa para factores de coagulación que intervienen en el proceso de la trombosis y la hemostasia. El objetivo es modular la respuesta del paciente.
¿Cuáles son las enfermedades en las que hay más posibilidad de aplicar antes la edición génica?
La edición génica ha avanzado más en la ?-talasemia y en la anemia de células falciformes, pero también llegará a la hemofilia, por supuesto.
¿Ve factible la aplicación práctica del big data en el ámbito de la trombosis?
Llevamos hablando de big data desde hace mucho tiempo, y realmente es un campo en el que hemos vivido grandes avances. Esta herramienta nos ofrece un abanico enorme de posibilidades en el abordaje de la trombosis. Para aprovecharlas, y teniendo en cuenta las peculiaridades de la enfermedad, debemos aprender a hacer las preguntas correctas a la hora de hacer los estudios de big data, y saber lo que tenemos que buscar en ese océano de datos.
Durante la pandemia se ha hablado mucho de la trombosis ligada a la COVID-19, ¿qué conclusiones se pueden extraer?
Hemos avanzado muchísimo en el conocimiento de la fisiopatología en el ámbito de la coagulación y las complicaciones trombóticas producidas por la COVID-19. También sabemos más de las pautas antitrombóticas profilácticas.
¿Y en cuanto a las complicaciones por las vacunas?
Hemos tenido que enfrentarnos a una complicación importante, que ha sido la trombocitopenia trombótica asociada a la vacuna de adenovirus. Hemos establecido pautas de diagnóstico y de tratamiento, y en la actualidad ya se trata de una complicación excepcional.