España y la Unión Europea llevan sufriendo una gran dependencia de plasma por parte de Estados Unidos desde hace tiempo. Fuentes de la Comisión Europea estiman que alrededor de un cuarto del plasma necesario para la realización de medicamentos dentro del territorio proviene de Estados Unidos. Por lo tanto, la Unión Europea no es autosuficiente porque además, la demanda de fármacos de plasma es mayor que el volumen que se puede suministrar basado en plasma recogido en la UE.
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REDACCIÓN MÉDICA: Europa prepara una batería de medidas legales contra la escasez de plasma
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