Page 4 - Boletin SEHH Enero - Febrero 2019
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Hospital de La Princesa de Madrid, desarrollándo- se una mesa redonda sobre “Pago por resultados”. Este tema está en pleno auge, en especial en la hematología, ya que el coste de la terapia CAR-T, a la que estamos empezando a acostumbrarnos en nuestra especialidad, ha generado un acuerdo en- tre el Ministerio de Sanidad y las compañías far- macéuticas para financiar solo aquellos casos que cumplan con las previsiones terapéuticas, dejan- do sin cubrir total o parcialmente el coste de los tratamientos CAR-T que no tengan una determi- nada eficacia. En concreto, la primera parte, el 50% de la deuda solo se reconocerá en aquellos pa- cientes en que se lleguen a infundir las células modificadas cumpliendo las especificaciones mí- nimas de calidad determinadas para el producto de infusión. Y la 2a parte de la deuda solo se reco- nocerá en aquellos pacientes que consigan una supervivencia libre de progresión de al menos 12 meses o global de al menos 18 meses (según el tipo de producto comercial). Esto entra de lleno en lo que se denomina pago por resultados, un con- cepto nuevo para los médicos, que debemos em- pezar a conocer, e incluso dominar.
Es algo nuevo para los hematólogos, porque has- ta ahora, nosotros estábamos acostumbrados a trabajar con conceptos de medicina basada en la evidencia. Es decir, un producto o una metodolo- gía demostraban que eran eficaces en una deter-
minada enfermedad o situación, en ensayos fase III, incluso en meta-análisis de varios ensayos fase III, lo prescribíamos con pleno convencimiento. Uno de los ejemplos más evidentes es el mieloma múltiple: durante los años 90 se hicieron muchos estudios con trasplante de progenitores autólo- gos y se demostró que se ganaban más de 6 me- ses de supervivencia, con lo que todos hemos es- tado indicando el autotrasplante los últimos 25 años basados en esa evidencia; luego, hubo varios ensayos que demostraron los beneficios del bor- tezomib y, con esa evidencia, este fármaco forma parte de nuestro quehacer diario en mieloma.
Siempre habíamos utilizado criterios de evidencia científica, hasta que en 2007 el NICE británico (National Institute for Health and Care Excellence of UK) empezó a pagar por el bortezomib solo cuando se alcanzaba una respuesta parcial o su- perior; en los casos sin respuesta, la compañía se hacía cargo de los costes. Este tipo de acuerdos con las compañías se ha generalizado y ahora son muchos los fármacos y sistemas de salud que han llegado a acuerdos similares. No obstante, para nosotros como médicos, esta sistemática se aleja de nuestra práctica asistencial, que debe seguirse rigiendo por criterios de evidencia científica. Ade- más, hay que reconocer que para las compañías farmacéuticas supone un esfuerzo adicional que sumar a las dificultades que entraña el desarrollo
   
























































































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