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“ TRATAMIENTO
A pesar de los grandes avances en el abordaje de esta enfermedad, el criterio fundamental para iniciar el tratamiento
sigue siendo q”ue la enfermedad muestre síntomas o signos de
progresión
CALIDAD DE VIDA
A pesar de los grandes avances que ha habido en el abordaje de esta enfermedad, el criterio fundamental para iniciar el tratamiento sigue siendo que la enfermedad muestre síntomas o signos de progresión. Como norma, los pacientes con LLC asintomática y sin signos de progresión no deben tratarse.
Aquellos pacientes que presenten síntomas o enfermedad activa deberán recibir tratamien- to. Para determinar la mejor estrategia terapéutica en cada caso, se deben tener en cuenta factores asociados con el paciente (por ejemplo, comorbilidades específicas), factores aso- ciados con la enfermedad (fundamentalmente el estado mutacional de las inmunoglobuli- nas y las alteraciones del gen de TP53), y factores asociados con el entorno ambiental (por ejemplo, el acceso a medicamentos o el coste de estos).
La LLC todavía es considerada una enfermedad incurable y, a menudo, requerirá tratamien- to crónico/recurrente. En las últimas dos décadas, el pronóstico de los pacientes con LLC ha mejorado gracias a mejores terapias. La quimioimunoterapia fue el primer régimen que mejoró significativamente la supervivencia global, particularmente en pacientes más jóvenes con IGHV mutado y sin genética de alto riesgo. Durante la última década, la introducción de inhibidores de tirosina cinasa de Bruton (BTK en sus siglas inglesas) en el tratamiento de la LLC y venetoclax en combinación con anticuerpos monoclonales o inhibidores de BTK, han reemplazado a la quimioinmunoterapia en la mayoría de los entornos debido a su mayor eficacia y tolerabilidad.
Con el objetivo de mejorar aún más el tratamiento de la LLC, los ensayos aleatorios actuales comparan el tratamiento continuo con inhibidores de BTK covalente versus regímenes de duración fija con regímenes basados en venetoclax. Las estrategias guiadas por enferme- dad mínima residual pueden ayudarnos a definir la duración óptima del tratamiento para algunos subgrupos de pacientes. Sus resultados contribuirán a sentar las bases para los algoritmos de tratamiento de la LLC en el futuro.
En la actualidad, la mejora en los tratamientos está permitiendo incrementar su tolerabi- lidad, pues presentan una toxicidad hematológica menor que otros tratamientos previos, como la quimioinmunoterapia, y se administran por vía oral muchos de ellos. Todo ello se traduce en una mejora en la calidad de vida de los pacientes con diagnóstico de LLC.