La enfermedad trombótica (arterial y/o venosa) representa por su alta frecuencia la causa más importante de morbimortalidad de la población occidental pero con una salvedad: es perfectamente prevenible. "Los esfuerzos que se puedan hacer para prevenirla, como tratamientos farmacológicos de prevención de trombosis para pacientes especiales, o una educación de cambio de los de hábitos de vida hacia otros más saludables, tienen un alto nivel de eficacia y eficiencia. Algunas estadísticas dicen que tiene un nivel de prevalencia e incidencia en la población como la infección por VIH, los accidentes de tráfico y el cáncer juntos", precisa en una entrevista con Infosalus el vicepresidente primero de la SEHH, Pascual Marco Vera.

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