"Llevo más de mil bolsas de sangre transfundida. Si no hubiera donantes, habría muerto a los seis años y tengo 53". Secundino Sacristán Velasco, un vallisoletano de Cogeces del Monte, sabe muy bien, y valora cada segundo, que debe la vida a la generosidad de los donantes. "Es mi regalo de Navidad todos los meses". Una existencia plena, con trabajo, una familia –tiene una hija, Silvia, de 22 años y solo portadora de la enfermedad– y muchas ganas de seguir, de conocer, de sentir el paso de los días... y, para ello, imprescindible esa transfusión de salvia mensual, en ocasiones, incluso más frecuente.
EL NORTE DE CASTILLA: “Necesito una transfusión de sangre cada mes para poder vivir”
- Detalles